miércoles, 7 de marzo de 2007

Cuando uno ve las noticias actuales en la tele, las lee en un diario o en cualquier otro medio de comunicación y luego recuerda las noticias del año pasado, o tal vez de hace un par de años y más aún si uno se esfuerza en tratar de recordar las noticias más añejas guardadas en su memoria posiblemente se encontrara con hechos bastantes similares a los acontecidos en estos días, salvo obviamente por aquellos recuerdos construidos a partir momentos y noticias excepcionales (la detención de pinochet, la toma de la embajada japonesa en lima, la caída de las torres gemelas etc.). Es esa similitud o la repetición constante de ciertos acontecimientos a través de los medios de comunicación va generando de cierto modo y hasta cierto grado la sensación de que las cosas siguen siempre iguales, no por lo que lo sean sino porque las transformaciones son tan lentas que es imposible verlas desde la perspectiva de la cotidianidad.



El asalto, el asesinato de ayer, la incautación de drogas de hoy, las acusaciones cruzadas de la Alianza y la Concertación de antes de ayer, el fútbol del fin de semana, el partido de la selección el próximo mes, los muertos en Palestina, Haití, Somalía, o Irak de esta semana, las lluvias e inundaciones en junio y la mayoría de las “noticias” se constituyen de hechos, de informaciones que mas que comunicarnos alguna “novedad” pareciesen decirnos que las cosas no cambian, que todo esta en su lugar y que todo sucede tal vez no como debiesen pero si como se esperaba.

Entonces es posible decir que el diario, el noticiario por lo general no da cuenta de los cambios producidos en la sociedad puesto que por lo general dichos transformaciones no se suelen encajar en el formato de 24 horas que estos intentan imponer incluso en el caso del “reportaje” la intención no es mostrar algo trascendente a la cotidianeidad sino que se reducen a la simple muestra de aspectos más difíciles de apreciar de esta. Entonces suelo creer que de ordinario la función de estos medios no es dar cuenta de cambios sino la de dar cuenta de la ausencia de estos, función que solo se altera en circunstancias excepcionales como las mencionadas arriba.

Lo paradójico de esta situación es que al mantenernos al tanto de los eventos importantes (criterio de importancia que es bastante cuestionable) de manera cotidiana lo que hace es desinformarnos dejándonos en medio de la desolación de descripciones desnudas, carentes de sentido; donde las razones, los motivos y las consecuencias prácticamente no existen o se reducen en el mejor de los casos a ideas simplistas totalmente descontextualizadas y a lugares comunes que carecen de todo valor explicativo. No se trata de ver que diario o que canal manipula o distorsiona más la verdad (que a esta altura no deja de ser un hipótesis), puesto que es el formato no esta pensado para que los receptores comprendan lo sucedido, su función se inserta dentro de los limites de la cotidianidad por lo tanto es imposible trascenderla, verla desde otro perspectiva que no sea la del hoy, la del mañana o la de unos pocos días delante.

No se si eso basta para justificar el hecho de que no veo las noticias (por lo menos no cuando depende de mi) y que haya dejado de leer los diarios, pero creo que explica mi tedio ante la repetición constante de hechos que parecen ser siempre los mismos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Posiblemente, la tendencia de considerar como lo más moderno de la prensa de hoy, a saber, la noticia al instante, no pueda dar cuenta de mingun proceso,sólo de hechos aislados, imágenes estáticas que se repiten por el sensacionalismos de algunos hechos llamativos por sí sólos (ya que casi ninguna noticia encuentra su contexto en la prensa, texto aislado que no puedes ser elaborado o desarrolado mayormente, sino que sólo puede repetirse en su misma forma primitiva).
No sólo es una repetición intencional (lo cual ya está bastante claro que sucede, pero que no pienso repetir), sino que el segumiento noticiero (que pude dar espacio a una contextualización) sólo se aplica a temas simples y muy cotidianos, por lo que su desarrollo es más que nada una masticación rumiante para el rebaño.

Vandroiy dijo...

que paso con emanuel i'cant?
otro dia te leo con mas detenimiento, ya ha pasado mi hora de dormir

Alex dijo...

esta en el otro blog... posmopsicoanlisis.blogspot.com
en todo caso esa no fue mi idea