When I'm there
La mayoría de las personas estará de acuerdo en decir que siempre es mejor enfrentar un problema en vez de evadirlo o simplemente ocultarlo. Esa es la esencia del psicoanálisis (de manera burda, obviamente) y de muchas de las ideas que circulan por los más diversos campos de nuestra cultura.
Confrontarse a un problema cuando este se encuentra relativamente definido puede resultar bastante simple, sin embargo, como humanos rara vez nos enfrentamos a ese tipo de dificultades. La mayoría de las veces uno no sabe claramente cual es el problema, las cuestiones importantes por lo general se nos presentan confusamente y en ese sentido resulta imposible determinar muchas veces la forma en que debemos diferenciar una fuga, de una solución. Por ejemplo, muchas veces se señala que las adicciones a las drogas y alcohol son formas de evadir alguna situación problemática pero no se considera como una evasión si la misma persona ante una situación similar se hubiese concentrado en el su trabajo, en algún deporte o cualquier otro pasatiempo. Si ante un problema familiar, le dedicase más tiempo a mis amigos, a estudiar, a escribir en un blog, a ver tele, etc., sin que necesariamente me involucre obsesivamente con alguna de estas actividades dudo que alguien me criticase con la misma fuerza si acaso me evadiera con un “cuba libre”. El punto que quiero señalar es que existen formas de evasión socialmente aceptables, que pueden considerarse incluso como posibles soluciones a determinados problemas.
Podríamos llevar la crítica contra la “evasión” a un punto tal que podríamos considerar que toda forma de diversión en parte constituiría una forma de fuga. Tal vez podría ser cierto, aunque nadie le gustase admitirlo. Sin embargo, tal idea llevaría implícita una visión utilitarista del hombre, es decir, el hombre existe “para algo” y en ese sentido todo lo que lo aleje de esa algo no solo podría ser considerado como una fuga sino que también enajenante de su condición humana. Ese algo para la izquierda es la revolución, para la los cristianos la salvación o simplemente ese algo puede ser ocupado por cualquier tipo de objetivo de vida o meta personal que una persona pueda proponerse.
Por otra parte si el mismo argumento lo radicalizamos en dirección opuesta y descartemos toda tipo de objeción a ciertas formas de diversión tendríamos que colocar por ejemplo en un mismo nivel el libro de la Geisha y otro de Cortazar. Aunque es posible considerar a ambas obras como formas de evasión y además decir que ambas son socialmente aceptables, sería injusto colocarlas en un mismo nivel. Hay una diferencia aunque no esta no me resulte poco clara, de la misma manera que existe una diferencia entre una carcajada y una sonrisa.
Creo que hay cosas que hacemos meramente por huir y otras que en realidad necesitamos sentir, pero definitivamente aún no entiendo en que radica la diferencia. Probablemente dependa de cada uno, del contexto y de la realidad de la cual estemos escapando y por tanto antes ocupar ligeramente el concepto de enajenación deberíamos preguntarnos cual es la concepción implícita del hombre que conlleva dicha palabrita. Por ultimo es interesante recordar que en la medida de que no somos seres humanos y como tales es imposible pensar en un estado de felicidad absoluta o en una vida perfecta, siempre existirá la necesidad de huir o de distorsionar la realidad en algún grado. Todos necesitamos un lugar donde no pensar.
Confrontarse a un problema cuando este se encuentra relativamente definido puede resultar bastante simple, sin embargo, como humanos rara vez nos enfrentamos a ese tipo de dificultades. La mayoría de las veces uno no sabe claramente cual es el problema, las cuestiones importantes por lo general se nos presentan confusamente y en ese sentido resulta imposible determinar muchas veces la forma en que debemos diferenciar una fuga, de una solución. Por ejemplo, muchas veces se señala que las adicciones a las drogas y alcohol son formas de evadir alguna situación problemática pero no se considera como una evasión si la misma persona ante una situación similar se hubiese concentrado en el su trabajo, en algún deporte o cualquier otro pasatiempo. Si ante un problema familiar, le dedicase más tiempo a mis amigos, a estudiar, a escribir en un blog, a ver tele, etc., sin que necesariamente me involucre obsesivamente con alguna de estas actividades dudo que alguien me criticase con la misma fuerza si acaso me evadiera con un “cuba libre”. El punto que quiero señalar es que existen formas de evasión socialmente aceptables, que pueden considerarse incluso como posibles soluciones a determinados problemas.
Podríamos llevar la crítica contra la “evasión” a un punto tal que podríamos considerar que toda forma de diversión en parte constituiría una forma de fuga. Tal vez podría ser cierto, aunque nadie le gustase admitirlo. Sin embargo, tal idea llevaría implícita una visión utilitarista del hombre, es decir, el hombre existe “para algo” y en ese sentido todo lo que lo aleje de esa algo no solo podría ser considerado como una fuga sino que también enajenante de su condición humana. Ese algo para la izquierda es la revolución, para la los cristianos la salvación o simplemente ese algo puede ser ocupado por cualquier tipo de objetivo de vida o meta personal que una persona pueda proponerse.
Por otra parte si el mismo argumento lo radicalizamos en dirección opuesta y descartemos toda tipo de objeción a ciertas formas de diversión tendríamos que colocar por ejemplo en un mismo nivel el libro de la Geisha y otro de Cortazar. Aunque es posible considerar a ambas obras como formas de evasión y además decir que ambas son socialmente aceptables, sería injusto colocarlas en un mismo nivel. Hay una diferencia aunque no esta no me resulte poco clara, de la misma manera que existe una diferencia entre una carcajada y una sonrisa.
Creo que hay cosas que hacemos meramente por huir y otras que en realidad necesitamos sentir, pero definitivamente aún no entiendo en que radica la diferencia. Probablemente dependa de cada uno, del contexto y de la realidad de la cual estemos escapando y por tanto antes ocupar ligeramente el concepto de enajenación deberíamos preguntarnos cual es la concepción implícita del hombre que conlleva dicha palabrita. Por ultimo es interesante recordar que en la medida de que no somos seres humanos y como tales es imposible pensar en un estado de felicidad absoluta o en una vida perfecta, siempre existirá la necesidad de huir o de distorsionar la realidad en algún grado. Todos necesitamos un lugar donde no pensar.
2 comentarios:
Yo parto definiendo mi "concepto" y luego analizó. Ejemplo: la geisha y cortazar tienen el mismo lugar si vemos el grado de satisfacción que provocan en sus respectivos públicos. Si vemos el uso de recursos literarios la geisha gana....
En cuanto al concepto de "evasión", lo defino cómo no buscar ni el origen del problema ni la solución, sabiendo que hay "algo" que me molesta. A veces virar pa otro lado soluciona los problemas, o tras no. No toda evasión es una no-solución. Creo que el hombre busca placer y evita el dolor, entonces "evasión" sería creer evitar el dolor pero aún sintiendo el dolor (nótese el "sintiendo", ver oclusión operacional, el problema al final es de uno, es egoísta, y hay un gran problema "¿cambio el ambiente o cambio yo para que ese ambiente no me sea molesto?" Uno responde acá cómo puede...). Además hay que considera algo más evidente: uno no puede estar siempre en un "enfretamineto" con la vida. Se necesita el descanso, "evadir" muchas veces no es más que cambiar de situación, a una más placentera (creo que esto es más común que un no-enfrentar-los-problemas-evadiendo) que al parecer soluciona el problema (puede que no, puede que si).
Sobre el ejemplo de la izquierda y la revolución, como revolucionario, creo que son patéticos. Antes de "revolucionario" soy un tipo al peo... no creo que ningun ser humano este pensando en un ismo tema todo el día... más que nada la izquirda esa busca que sus aliados sigan siendo su mano derecha....
En mi caso trato de ver más opciones, lo que luego de cierto análisis no quiere decir que yo tenga un gusto democrático, "prefiriendo a todas por igual". Eso es textualmente un absurdo (¿cómo prefiero sin desigualdad?...). Tu argumento lo he leído en posmos... pero se pillan en la democracia...¿ponemos a la geisaha y cortazar en un mismo nivel?¿debieramos, pero no cómo vamos a hacer eso?. En fin creo que esa "igualdad de nivel" no puede ser abosluta, depende de la particularidad del criterio, y no por ser desigual es mala. Una desigualdad es peligrosa cuando busca ser absoluta. La diferencia pobres y ricos no es sólo económica como los hippies creen, son muy diferentes (de otro modo ¿cómo se explica el descontento que pretenden los hippies curar con amor y paz?). Ahora ¿porque no "absolutizar"?. Sí, se puede, pero habrá que aceptar las consecuencias... si no se aceptan... trate de buscar que su decisión no tenga esas consecuencias, y si aún no puede... prueba cambiar de opción. Todo está permitido.
Si pudiese definir el concepto de enajenación claramente, creo que estaría demás plantear el problema... sobre todo si intentamos aplicarlo a la existencia humana...Porque al hacerlo introducimos implicitamente la noción de esencia, lo cual nos conduciría al problema de que es eso y porque nos hace humanos, y en que condiciones se podría enajenar dicha esencia...
Por otra parte si se pueden establecer criterios para diferenciar a cortazar de la geisha tal como lo hace Umberto Eco con el Kistch y el Arte, pero creo que sería interesante ademas responder por qué sociologicamente es preferible el arte (si es que lo es...)
y obviamente podemos señalar que dicho y criterio es relativo, que tiene un interes en cuanto forma de poder, etc, etc... en sintesis podemos agregarle toda la critica "posmo" que se quiera, pero dicha relatividad no nos niega el poder (y sobre todo el deber) de buscar dichos criterios...
Personalmente (aunque obviamente he sido influenciado por lo que hemos visto en clases y por cierta obsesion de la literatura en la tematica de la soledad) creo que habria que buscar dicha esencia en las relaciones sociales, especificamente en la solidaridad, en el sentido que le da García Marquez...
Pa finalizar, estoy de acuerdo que nadie puede ser consecuente hasta las ultimas consecuencias con ninguna ismo, pero tampoco podemos negar que los ismos influencian las vidas de muchas personas
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